Cada una de las trompetas son un juicio que se intensifica hasta llegar a un ataque demoníaco abrumador y tormentoso. Con el permiso de Dios, Satanás va a hacer sufrir a la humanidad hasta el punto que van a querer morir y no van a poder.  ¿Pero la humanidad se arrepentirá y reconocerá a Jesús? ¿A caso dejará el ser humano de amarse a sí mismo y se humillará? ¿Porqué esperar hasta entonces?  ¡Arrepintámonos y muramos a nosotros mismos y vengamos delante de Dios para recibir su amor!